sábado, 15 de mayo de 2021

estados criminales son genocidas

 




Está en consonancia con la lógica del genocidio antiguo y moderno que antes de la neutralización de un "Gueto de Varsovia" todo se hace para eliminar los informes no deseados!
¡El asesinato en masa planeado sólo puede ser reinterpretado como una "medida de defensa" si la autoridad de interpretación de los principales medios de comunicación está del lado del criminal de guerra.


¿QUIÉN PERPETÚA EL CONFLICTO ÁRABE—ISRAELÍ? ...
En uno de mis últimos Posts (no recuerdo cual) alguien hizo esa misma pregunta. A veces sucede que es el mismo radicalismo religioso (no tanto la política) lo que hace que no se concreten pasos reales encaminados a un acuerdo de paz efectivo y duradero. Así sucede en Oriente Medio, donde la religión y la política están íntimamente entremezclados a diferencia de Occidente. Veamos ...
La pugna por el poder entre el árabe islámico y el judío no se considera un asunto reconciliable. Más bien es un asunto de existencia o aniquilamiento, porque en la teología musulmana la Jihad o “guerra santa" no terminará hasta el Día de Resurrección.
HASHEMI RAFSANJANI, quien fue presidente de Irán del año de 1989 hasta 1997 revela este principio básico del pensamiento islámico cuando dice:
«Todo problema en nuestra región tiene sus raíces en este sólo dilema: la ocupación de Dar Al Islam [Casa del Islam] por infieles judíos o imperialistas occidentales. Cada controversia política, cada disputa fronteriza, y cada conflicto interno es resultado de LA INCAPACIDAD del Umma [los creyentes genuinos del Islam] DE EFECTUAR FIELMENTE Y CON ÉXITO LA JI’HAD. LA PERPETUA LUCHA ENTRE ISMAEL E ISAAC NO PUEDE CESAR HASTA QUE EL UNO O EL OTRO SEA TOTALMENTE VENCIDO» 
[Al-Qabas Kuwait (diciembre 19 de 1989) La Sangre de la Luna: las huellas de la crisis de Medio Oriente, 1991; p.56]
Este llamado a la Jihad incumbe a cada musulmán, donde quiera que él viva, y para siempre. Con tal ambición imperialista y odio religioso irreconciliable hacia los judíos, es inconcebible que algún proceso de paz pueda tener éxito o se mantenga adecuadamente.
El imperativo de la Jihad puede ser temporalmente pospuesto por una tregua, pero ningún concepto de negociación pacífica es aceptable. Esto se ha reafirmado con el advenimiento de las pláticas de paz del Oriente Medio. Los islámicos fundamentalistas han vuelto su retórica contra cualquier cuerpo árabe que intente la reconciliación con Israel.
En noviembre de 1991, un grupo de clérigos musulmanes se reunieron en Jerusalén y emitieron un folleto que condena un acuerdo de paz árabe-israelí. La opinión religiosa o “fatwa” contenida en el folleto cita numerosos pasajes del Corán que se oponen a que los musulmanes hagan las paces con los judíos, entre ellos el siguiente:
«El gobernador musulmán elegido por la nación puede concluir una tregua para el beneficio de la nación [pero] él no está autorizado para hacer una paz permanente, y cualquier pacto semejante es prohibido, y se considera nulo y sin valor.... TAL PAZ ES UN PECADO GRAVE Y UNA TRAICIÓN A DIOS Y A SU MENSAJERO (Mahoma) A LOS CREYENTES” [Jerusalem Post (Edición Internacional) 14 de diciembre de 1991, p.11].
Cualquiera pues, que sea el resultado político de las pláticas árabe-israelíes, la posición religiosa de los musulmanes permanecerá opuesta a toda paz permanente ...

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